El registro de marcas en México se lleva a cabo mediante solicitud directa al
organismo denominado Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), el cual es el encargado de decidir mediante un estudio tanto de fondo como de forma la viabilidad de un signo distintivo para su registro como marca registrada, la cual tiene efectos ante terceros, para lo cual requiere contar con diversos elementos, entre los que destacan su distintividad ya sea en cuanto a su denominación (palabras), diseño (isotipo) o una combinación de ambas, sonidos u olores, que tengan un carácter original, esto es, que no exista otra igual o parecida en grado tal que provoque una confusión con otras marcas que ya se encuentren registradas en el mercado, para los mismos productos o servicios a distinguir.
La finalidad de registrar una marca es principalmente para evitar competencia desleal, la cual se origina cuando una marca que ya cuenta con presencia en el comercio es utilizada por una empresa o persona física con la finalidad de aprovecharse del prestigio y previa aceptación del público consumidor, para favorecer las ventas o adquisición que por si sola no podría conseguir en la proporción que si lo hace derivado de la confusión pretendida, ocasionando con ello una afectación real y directa al titular de la marca registrada en su patrimonio y que pudiere originar una pérdida de clientes por tal motivo.
Cabe señalar que la gama en cuanto a marcas se refiere y que son susceptible de ser protegidas por la Ley de la Propiedad Industrial son variadas, como lo son las nominativas, innominadas (solo gráfico o logotipo), mixtas (mezcla de ambas), olfativas y sonoras, por lo que el rango de protección resulta ser muy amplio, lo que conlleva a un estudio pormenorizado de cada solicitud propuesta a registro, de ahí el hecho que la material de propiedad industrial resulta ser de índole particular y su tratamiento legal especializado, por cuanto hace a la legislación aplicable y a la Institución gubernamental que se encarga de su administración.
